domingo, 30 de enero de 2022

DE VUELTA AL ORIGEN Y EL ALCORNOCALISMO


Cascada en Tarifa (Cádiz)

Soy un desconocido para el público, aunque algunos me conocerán como Daorino, Daor o simplemente Daniel; sin embargo os hablaré "como si fuera alguien" y a la vez sin pretensiones, porque esto lo hago por mí, escribo por y para mí: escribir ayuda a que los demonios de la cabeza se desvanezcan, a que se relaje el espíritu y además sirve como desahogo emocional. Asimismo no tengo que demostrar nada; y muchos sabréis lo que supone dicha atadura con los demás, el hecho de tener que demostrar algo, como si el respeto de los demás importara, sabedor que soy (al menos yo) de que la mayoría es mediocre. 
 
Hace algunos años compartía muchas rutas y fotos en redes sociales -también escribía muchos artículos en espacios no dedicados al senderismo- y la conclusión es que sólo se puede compartir sitios y lugares con aquellos a quienes no les supere su propio ego, de la misma manera que tampoco se puede debatir con cualquiera, ¡porque la gente no sabe debatir!, sólo escucharse a sí mismo (yo yo yo yo...) e imponer un criterio sin entender aveces de que hablan poseídos por una idea que les persuade; ¡y sin embargo se sienten/creen tan libres!... Dicho esto, he tenido que aprender a no ser tan generoso y a callar. 
 
Únicamente se puede compartir desde la amistad y el amor hacia la naturaleza, con lo que ello conlleva: su respeto y voluntad de conservación. Y esto parece fácil, pero no lo es: primero, ¿quién es amigo y quién entiende sobre la amistad?; y segundo, ¿quién ama realmente a la naturaleza y pretende conservarla? Este amor se debe traducir en un ánimo espiritual y/o filosófico, en una forma de ser y de estar en el mundo, en algo más que el mero turismo, domingueo, caza y/o ánimo de querer demostrar que se es un monstruo como deportista; deportistas que, muchos de ellos al menos, sólo usan la naturaleza como campo de entrenamiento o escaparate sin valorar lo que hay de profundo en ella. No tiene sentido hacer kilómetros y kilómetros mirando el suelo y viendo todo como algo meramente exótico, superficial y/o introspectivo. Con la naturaleza debería existir reciprocidad, entendimiento, unidad y sobretodo respeto, porque nos adentramos en la esencia misma del mundo, en el origen de todo y de nosotros mismos.

El alcornocalismo pretende poner en valor un espacio natural bastante maltratado. El Parque Natural de Los Alcornocales, sin tener grandes picos y, por ello, no ser demasiado atractivo para los montañeros, si esconde multitud de tesoros y de secretos. Por lo tanto el alcornocalismo no es más que descubrir Los Alcornocales, vivirlo y hasta sentirlo y sobre todo valorarlo. No obstante en este espacio no me centraré sólo en Los Alcornocales, soy asiduo a otros espacios naturales que me apasionan igualmente, pero es que la masa alcornocaleña es mi hogar, es donde me siento más cómodo y arropado y es, sobre todo, donde más patria he construido para mí, arraigando como un alcornoque más.

Nos vemos en las montañas.

4 comentarios:

MC-Training dijo...

Me gusta el proyecto, y creo que será interesante

EL ALCORNOCALISTA dijo...

Gracias por tu comentario.

Salvador dijo...

Lo dicho animos y para delante. Cronica leida y no esperaba menos de ti.

Seguiremos atento para futuras publicaciones.

DAORINO dijo...

Gracias Salva. Espero sumar algo bueno. Espero verte pronto.